DE CÓNCAVO A CONVEXO
Al poco de conocerse Silvia y David decidieron
mudarse a un apartamento casi con lo puesto. Para empezar solo necesitaron una
nevera, casi siempre vacía porque les bastaba con estar juntos para
alimentarse, una televisión que era su único objeto decorativo porque siempre
estaba apagada, y una cama, cuyo colchón enseguida comenzó a combarse por todo
el tiempo que pasaban allí acurrucados.
Hoy, años después, tienen la nevera
repleta y la televisión apura sus últimos días de funcionamiento, pero el
colchón continúa combado. Allí siguen durmiendo, intentando no hundirse, aunque
la curva que dibuja ahora es justo la contraria.
El paso delos años. Muy bueno, a través de un colchón.
ResponderEliminarUn abrazo