viernes, 29 de octubre de 2010

Transformando el amor

Aquella noche comenzó su transformación. Hecho un flan se rasuraba el cuerpo mientras pensaba que debía haber formas mejores de depilarse sin montar esa escabechina. Eliminó hasta el último vello, se embadurnó de crema y se puso la ropa, primero la interior, después falda, camisa… Se maquilló como pudo, se colocó el pelucón y se miró en el espejo. Iba hecho un adefesio pero debía continuar. No lo hacía por sentirse preso en un cuerpo equivocado, ni por disfrutar de una doble identidad. Desde que supo que ella salía con una mujer estaba dispuesto a todo para no perderla.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Piensa bien lo que deseas

Casi siempre que veía a su mujer cuidar al recién nacido se le oía decir: "¡Qué envidia! ¡Quién pudiera vivir como él!: sin responsabilidades, duerme todo el tiempo que le apetece y cuando quiere, puede hacerse sus necesidades encima que enseguida le limpian, le dan de comer, le miman, le besan,…" Tantas veces lo repitió que por alguna incomprensible razón un día consiguió su deseo. Aquella mañana cuando vio que ahora él era el que podía hacer todas esas cosas lamentó haberlo anhelado con tanto ahínco. El genio que le concedió el capricho se equivocó en casi noventa años.

lunes, 25 de octubre de 2010

Televisión = Cultura

Diversas opciones competían esa noche en la programación: la película más “oscarizada” del año, un concierto de la Filarmónica de Viena, la final del Mundial de fútbol, el último capítulo de la serie que ha arrasado en todo el mundo... Los índices de audiencia dictaron sentencia: la entrevista a la vecina de la madre de la amante del marido de la ex-esposa del torero Palmerín rozó el 80%. Ese día Ángel regaló la televisión y decidió leer todos aquellos libros, que cubiertos de polvo, se agolpaban en sus estanterías. Groucho tenía razón, la tele es una fuente de cultura.


viernes, 22 de octubre de 2010

Ilusiones

Tras dos años de relación decidieron separarse. Él alegó que ella le impedía explotar su talento como escritor, ella le recriminó no dejarle cumplir su sueño de conocer mundo.

Años después, el azar les juntó en un chat. Tras diversos reproches ella preguntó:
- ¿Qué tal tu libro?
- Tengo tratos con una editorial ¿Y tus viajes?
- Ya conozco medio mundo, el otro medio está al caer.

Incómodos, comentaron varios temas insustanciales y finalizaron la charla. El nunca más entró al chat, ella tampoco. El trabaja doce horas como administrativo en una editorial, ella hace suplencias en una agencia de viajes.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Enamorados perdidos

Lunes-1: Despierta, la ve y desea que desaparezca. Ningún papel les ata, ni niños, ni proyectos, nada.

Martes-2: Lo consiguió. Disfruta en la cama de su recién ganada amplitud y respira profundamente: no está.

Miércoles-3: Vuelve a autoaliviarse su erección matutina.

Jueves-4: Añora su cuerpo acurrucándose en él.

Viernes-5: Recuerda esas conversaciones banales que antes le exasperaban.

Sábado-6: Evoca su olor y decide no cambiar las sábanas hasta que vuelva.

Domingo-7: Comienza la búsqueda: correos, mensajes, bares,… todo es inútil.


Miércoles-31:Sólo le queda una cama huérfana, que impregna la casa de un intenso olor a sudor, lejía y abandono.


lunes, 18 de octubre de 2010

Muerto en vida

Estaba terminando con su última uña cuando el panel anunció que quedaban dos minutos para el próximo tren. Recorría el andén mirando al suelo, no quería cruzar su mirada con nadie para que nada le pudiera hacer cambiar de idea. Ya no debía haber marcha atrás.

Al llegar el tren las risas y gritos de unos niños le hicieron alzar mecánicamente la vista. Al verlos comprendió que no podía hacerlo, ellos no se lo merecían. Escupió el último trozo de uña y dio marcha atrás. Aunque no saltó a la vía hacía tiempo que el tren le había arrollado.

viernes, 15 de octubre de 2010

El pueblo donde nació

Para acabar la semana os dejo con otro microrrelato de Sara. Espero que os guste.

La pradera donde corría de pequeño. El riachuelo donde chapoteaba en verano. Incluso el viejo ciruelo junto al paso a nivel. Todo seguía igual. Cuando subió a aquel tren unas horas antes en Atocha jamás pensó que el viaje terminaría en su pasado. Se sorprendió de que aquel lugar aún existiera en los mapas ferroviarios cuando sin mucha convicción pidió el billete. Y sin embargo allí estaba, tal y como lo recordaba… Entonces volvió la vista y vio la casa del jefe de estación. Hueca, inerte, marchita. Regresó de golpe al presente contemplando las ruinas de su memoria infantil.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Cordones

“Nunca supo atarle los cordones a la vida…” Fernando apura su penúltima copa y al escuchar la canción piensa que esa estrofa refleja su vida actual de malas compañías, alcohol y completo desinterés hacia su familia. Andar por el camino equivocado le ha conducido a lo que es hoy: un hombre sólo rodeado de extraños con aficiones similares. Decide que es el momento de apretar esos cordones, pero al salir del pub unos ojos verdes que se cruzan en su camino le hacen ver que quizás es conveniente aflojar un poco más para después atar con mucha más fuerza.

lunes, 11 de octubre de 2010

Esperando a la muerte

Tictac, tictac,… Implacable, el reloj comienza la cuenta atrás. El tiempo se agota y el fármaco capaz de romper el quebradizo hilo que separa la vida de la muerte no llega. Aunque sabe que no hay marcha atrás David espera impaciente e implora por seguir vivo unos días más. A última hora de la tarde se confirma, no va a llegar, el pentotal sódico está agotado. El ambiente general de decepción y derrota contrasta con la alegría reflejada tanto en la cara de David como en la de sus familiares. Aún no está todo perdido, la muerte puede esperar.

viernes, 8 de octubre de 2010

Pinchazo

La eligió a ella ya que era la que menos le recordaba a su mujer, y puestos a darle una alegría al cuerpo mejor experimentar sensaciones nuevas. Pese a que frente a su fogosidad y entrega sólo recibió frialdad fue recorriendo su cuerpo dejando en él un inmenso reguero de saliva. Cuando su excitación le indicó que era el momento decidió penetrarla suavemente procurando no dañarla. Fue acompañando sus embestidas de besos y mordiscos que le hicieron llegar rápidamente al límite del orgasmo, pero segundos antes del clímax un sorprendente e interminable “Psssssssss…” hizo que todo se desinflara.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Sacacuartos

Supo que algo no iba bien cuando vio que mientras que sus amigos se gastaban el dinero en juergas él lo hacía con ella; mientras los demás soñaban con coches potentes y las mujeres más hermosas del momento él lo hacía con limones y fresas. Su mujer comprendió que necesitaba tratamiento cuando él grabó aquel soniquete en un CD porque lo necesitaba para conciliar el sueño. El afirmaba no ser un enfermo porque no le dolía nada, y que aquello no lo hacía por dinero, sino por orgullo. No era posible que una máquina fuera más lista que él.

Los otros caminos

Esta es mi segunda propuesta para el concurso de Zenda  #HistoriasdelCamino Los otros caminos Cuando reservé el autobús para ir hasta Vilalb...