Durante los últimos días el titular de los telediarios se estaba convirtiendo en habitual: “varón se suicida…” Sólo cambiaba la edad y su final: unos lo hacían tirándose de un puente, otros con un tiro en la sien, los menos se quemaban a lo bonzo.
Al principio el hecho causó gran impacto pero la gente se estaba acostumbrando y ya no sorprendía. Es más, en algunas casas la noticia de los repetidos suicidios iba acompañada por suspiros de alivio. Decenas de mujeres disfrutaban de la vida desde el momento en el que el maltratador se había convertido en suicida.