Esta entrada es mi propuesta para el reto de noviembre de Esta noche te cuento. Esta vez se trataba de inventar una palabra y yo he tomado Ajipedobes, palabra que realmente no he inventado. Si quieres ver de dónde procede la palabra, y las coplillas que vienen en cursiva, puedes leer primero la historia y luego visitar este enlace.
AJIPEDOBES
Él no se llamaba Carlos, ni la necesitaba como amante para trepar en su profesión. Ella no se llamaba Luisa, no pertenecía a la realeza, y la bastaban los ratos que él le proporcionaba en la cama para sentirse como una reina.
Mi puesto de Almirante
me lo dio Luisa Tonante,
ajipedobes la doy
considerad donde estoy…
Por suerte no vivieron a principios del siglo XIX, y hoy ella sigue disfrutando a diario de su ración de ajipedobes.
La realeza te hizo
muchos favores
y tú sólo le diste
ajipedobes.
Anda, Luisa,
pronúncialo a la contra;
verás qué risa.