Esta es mi aportación a los "Viernes Creativos" de "El Bic Naranja". Se trataba de hacer una historia relacionada con esta foto. |
Hoy, al abrir el periódico, después de unos años, he vuelto a verte. Impactada por observar tu foto junto a esa noticia tan tremebunda, he rememorado aquellas tardes en las que nuestros padres ya confiaban en nosotros y acudíamos juntos a la feria. Recuerdo que en aquellos paseos inocentes nunca faltó el algodón de azúcar que comprábamos en el recinto ferial. Tú lo mordisqueabas hasta dejarlo con forma de corazón y entonces le dabas grandes bocados y te relamías, porque asegurabas que así estaba mucho más dulce.
La última vez que coincidimos me dijiste que no querías saber nada de mí; sentías que mi corazón era demasiado frío y amargo. Lo pasé mal durante un tiempo, pero hoy sé cuánta suerte tuve. No puedo olvidar que siempre contabas que tu madre era la mujer con el corazón más dulce que pudiera existir. Antes de terminar el artículo he tenido que vomitar y entre lágrimas he decidido rezar por el descanso eterno de tu madre.
Durísimo pero evocador de un tiempo. Ese corazón dulce, tanto como para comérselo. Nunca mejor dicho. Sí, que descanse en paz la mujer
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
¡Ostras, Miguel! Las musas te han llevado mucho más lejos de lo que la imagen nos puede inspirar en un primer momento. Desde luego que el protagonista tuvo mucha suerte de encontrar a esa mujer y, sobre todo, de que ella lo dejara porque no le gustaba su corazón. Tremendo! Saludos!
ResponderEliminar