En esta ocasión la modelo es de casa. Gracias Lía por el posado ;) |
Esta fue mi aportación a la propuesta semanal de "El Bic Naranja". Esta vez se trataba de escribir autoficción "seréis los protagonistas de vuestro relato y podéis hacer y deshacer la realidad a vuestro gusto, siempre que algo sea cierto, aunque, por supuesto, no queremos saber qué"
De forma rutinaria salimos juntos cuatro veces al día. Y mientras que la perra satisface sus necesidades fisiológicas, yo marco territorio olisqueando con descaro a las vecinas y me enzarzo con los dueños de otros perros. Para seguir las costumbres, siempre que puedo, me alivio junto a la puerta de mi vecino, ese sinvergüenza que me llama maleducado en las reuniones de la comunidad. Es entonces cuando la perra tira de mí y volvemos a casa a la carrera. Estoy seguro de que la desagradecida está deseando que mañana sea yo el que lleve el bozal y la correa.
Jocoso tu post. Esa realidad la pienso alguna vez viendo a un hombre llevado a rastras casi por un perro
ResponderEliminarUn abrazo
Ja, ja, ja... Un micro que es más que una metáfora, un viaje a un universo paralelo en el que se nos es permitido poder dar rienda a nuestras pequeñas "animaladas". Muy divertido, Miguel. ¡Saludos!
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