Esta es mi aportación a la propuesta de Ana Vidal para los Viernes Creativos de El Bic Naranja. Esta vez había que inspirarse en la imagen que aparece en esta entrada. |
El nacimiento de su tercera hija fue una desgracia para los Bauer. Sus ojos oscuros, su piel y pelo moreno deshonraban a la tez blanca y ojos azules de sus hermanas. Creció entre burlas, como un error de la naturaleza, envidiando el cariño y la educación recibida por las mayores. Nunca la invitaron a los desfiles victoriosos, ni la enseñaron esas canciones patrióticas cantadas con el brazo levantado. Hoy solo les agradece que también la relegaran aquella noche. Fue la única que no tomó la infusión. Solo ella vio lo que su padre llamaba la vergüenza de la derrota.
Encantador relato, dentro de la época en lo ubicas. pobres niñas que no sobrevivieron al veneno. Suerte del futuro cisne, que por su fealdad, que jamás es tal, se salvó del cadalso de la locura nazi.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida siempre nos da venganza...
ResponderEliminarSaludos,
J.