Esto más que un microrrelato, es un homenaje. Para ti.
“Soledad, es tan tierna como la amapola, que vivió siempre en el trigo sola,…” Mi tío arrancaba con las primeras estrofas y los demás esperábamos al estribillo para acompañarle: “Pero yo la quiero así distinta, porque es sincera, es natural como el agua que llega, corriendo alegre desde el manantial,…”
Era el contrapunto nostálgico a la alegría que desbordaba nuestras celebraciones familiares.
Hoy, pasados los años, y cuando más feliz estoy, vuelvo a tararear la canción y a recordarle: “…tan bella como una paloma y tan clara como el sol que asoma, por entre los matorrales, ay mi Soledad”
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ResponderEliminarQué nostalgia. Sin duda es un homenaje, supongo que a la madre del narrador. Bien por mantener el blog.
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