Justino era un hombre de palabra, de los que se visten por los pies. Por eso cuando supo que Salomé le engañaba, y que su infidelidad era conocida por todo el mundo, el “hasta que la muerte os separe” se convirtió en una losa demasiado pesada. Sabía que nunca volvería a ser feliz pero su palabra era lo primero. Tras darle muchas vueltas redactó un nuevo testamento en el que dispuso que cuando falleciera le enterraran lo más lejos posible de ella. Se aseguró así, sin faltar a sus principios, el vivir toda la muerte separado de su mujer.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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me pareció una jocosa manera de cumplir su palabra...tras la infidelidad de ella.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Uff muy negro. Me gusta como lo llevaste y la duda que dejas.
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