Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Miguel no seas lindo que te como a besos!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEste es precioso, al leerte se hizo magia en mi corazón.
Besos mágicos, of course...
El metro o el tren, son lugares de historias silentes, y a veces, como esta tuya, bellas.
ResponderEliminarUn saludo
¡¡¡Que mirada!!!
ResponderEliminarMuy lindo, sí señor. Cuantas miradas que nos dicen tanto...
ResponderEliminarAbrazos
Hay miradas que dejan huella.
ResponderEliminarSalu2
Me alegra de que estéis conmigo y también sintáis todo eso por las miradas.
ResponderEliminarAunque no os vea, os agradezco vuestros acertados comentarios, y Annie me alegro de que te pasara eso en el corazón.
Saludos
¡Ay, si las miradas contaran todo!
ResponderEliminar¡Cuidado!, hay miradas que engañan.
Miguel
Me gusta :)
ResponderEliminarY eso que estas historias siempre tienen final triste... seguro que dentro de otro año seguirán sin hablarse, perdiendo el tiempo en silencio...
Espero dejen de mirarse y hablen de una vez.
ResponderEliminarLástima de tiempo perdido, pensarán :)
Un biquiño
anapedraza (MIguel también las hay, seguro que sí. De hecho a quién no le ha pasado?
ResponderEliminarVirgina Vadillo apuesta a que dentro de un año más de lo mismo. Tienes toda la razón.
Carmela me temo que Virginia tiene razón. Y el tiempo pasa...
Saludos
Hay miradas que pueden hacernos soñar, hacer que vuele la imaginación fabricando ilusiones, es otra forma de llevar con alegría la vida, que dicen que es un valle de lágrimas, las fantasías no suelen defraudar, algunas realidades, sí.
ResponderEliminarUn beso, Miguel.