Diversas opciones competían esa noche en la programación: la película más “oscarizada” del año, un concierto de la Filarmónica de Viena, la final del Mundial de fútbol, el último capítulo de la serie que ha arrasado en todo el mundo... Los índices de audiencia dictaron sentencia: la entrevista a la vecina de la madre de la amante del marido de la ex-esposa del torero Palmerín rozó el 80%. Ese día Ángel regaló la televisión y decidió leer todos aquellos libros, que cubiertos de polvo, se agolpaban en sus estanterías. Groucho tenía razón, la tele es una fuente de cultura.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Buenos días Miguel,
ResponderEliminarPermíteme que sonría, aunque gracia me causa bien poquita.
Yo también estoy harto de la Belén Esteban y Cìa., y cualquiera que se le parezca, de los programas del corazón, y del "pedorreo".
Miguel
Muy bueno, es verdad que es cultura, ver determinada programación nos arroja a muchos a abrazar la lectura, tal vez pocas cosas incentiven más la cultura. Un abrazo.
ResponderEliminarSin duda, un zapping para darse cuenta de que un libro vale más que mil imágenes
ResponderEliminarUn abrazo
anapedraza (Miguel)
ResponderEliminarTienes toda la razón. Gracia tiene poca pero habrá que tomárselo de esa manera para no hacerse mala sangre.
Maite, Anita Dinamita
Yo lo tengo muy claro, cada vez veo menos tele (aunque también es verdad es que cada vez gasto más tiempo en el ordenador)
Saludos para los tres y gracias por vuestra colaboración en forma de comentarios.
Por eso mismo hace años que no veo la tele.
ResponderEliminarBicos.
Carmela yo debo reconocer que hasta ahí aún no he llegado, aunque me voy acercando.
ResponderEliminarBicos
Yo la tuve vetada durando seis meses, pero volví a caer, aunque no por eso dejo de leer, tengo que reconocer que por culpa de la tele leo menos, una pena.
ResponderEliminarBesos, Miguel.
Irene pues duraste bastante. Seis meses ya es una cifra considerable. Besos.
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