Nada más verla supe que era lo que siempre había buscado. Cuando apenada dijo que no me convenía porque su vida parecía un circo me dejó lleno de dudas. No podía ser trapecista por mi acrofobia, ni lanzador de cuchillos por mis tics, mi sobrepeso me impedía ser hombre bala, lo de payaso chocaba con mi carácter, para enano me sobraba un metro y lo de mujer barbuda no tenía sentido. Tras mucho discurrir le prometí aportar las luces, la melodía, la magia, la alegría y la ilusión a nuestra relación. Desde entonces vivimos en una eterna gira triunfal.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Qué lindo... Ese circo si me gusta.
ResponderEliminarSaludos
Me gustó, Miguel. Buena metáfora. ¿Te lo llevaste a los encuentros de Anónima Mente?
ResponderEliminarUn abrazo y suerte.
"Tras mucho discurrir le prometí aportar las luces, la melodía, la magia, la alegría y la ilusión a nuestra relación."
ResponderEliminarEs lo más bonito que he leído en mucho tiempo, ojalá todo el mundo aportara lo mismo a sus relaciones personales.
Besos brujos
Si está dedicado a alguien especial, díselo de palabra porque lo escribirá en un cuadro, y lo pondrá en sítio bien visible.
ResponderEliminarMiguel
Es un circo muy tierno. Saludillos
ResponderEliminarSu, ¿y a quién no? Ese es el circo que todos buscamos, pero que no siempre encontramos. Saludos.
ResponderEliminarVíctor me alegre de que éste sí te gustará. En efecto lo escribí por lo del concurso de Anonimamente. Es la segunda vez que participo, ya veremos qué pasa.
Annie lo malo es que muchas veces nos quedamos en la teoría, y no avanzamos hasta la práctica. Gracias por tus palabras.
anapedraza (Miguel) me salió así sin pensar en nadie en concreto, pero se me ocurre alguien a quién seguro que le gustará. Además le hace falta.
Puck eso es lo que nos hace falta, ternura y amor.
Viva el circo. Saludos
Ainsssssssssssss yo quiero a alguien así jajaja.
ResponderEliminarUn biquiño y gracias por ese sueño.
¡Bravo!
ResponderEliminarMe ha encantado el relato. Está muy bien escrito, y muy bien llevado, la escritura es ágil y la resolución final sorprende y enternece. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarJoder, qué bonito... poder llevar eso a una relación es casi un regalo de los cielos...
ResponderEliminar¡Que bien! El circo de la vida, el espectáculo de nuestraS RELACIONES DIARIAS. Ganaste, por seguro. Un saludo cordial y microabrazo Grande.
ResponderEliminarLo importante es que fluya el dialogo, que no os quedeis como estatuas el uno enfrente del otro...
ResponderEliminarPlas, plas, plas,
ResponderEliminarMuy bien.
Un abrazo.
Si todos aportásemos eso a una relación, otro gallo nos cantaría.
ResponderEliminarUn beso, Miguel.
Gracias Torcuato por tus aplausos.
ResponderEliminarIrene ése es el problema, que cada vez nos desentendemos más y nos olvidamos de lo más importante.
Este micro también lo he publicado en El Microrrelatista.
ResponderEliminarAquí os dejo el enlac por si queréis ver más comentarios.
http://elmicrorrelatista.blogspot.com/search/label/Miguel