Después de los gritos, las lágrimas y el portazo sólo recuerda el haber recorrido cientos de kilómetros sin destino alguno. De repente todo dejó de ser conocido, las amplias autopistas se convirtieron en una estrecha carretera y los faros de los coches dieron paso a una irresistible luz al final del camino. Quiso avanzar hacia ella pero en el último instante decidió regresar.
Al abrir los ojos vio unos tubos que le recorrían el cuerpo de arriba a abajo, y sintió un frío desconocido que le calaba hasta los huesos. Se sintió extrañamente vivo. Pese a ello decidió quedarse.
Al abrir los ojos vio unos tubos que le recorrían el cuerpo de arriba a abajo, y sintió un frío desconocido que le calaba hasta los huesos. Se sintió extrañamente vivo. Pese a ello decidió quedarse.
no siempre el peor lugar lo es para uno no?...buen relato, aunque un poco descorazonador.
ResponderEliminarVaya anuncio de Trafico, como te lo lean te contratan. Aunque ellos añadirían una cabeza rota, una viuda con ataúd, unos niños despedazados... todo en todos los medios de comunicación, pero de eliminar puntos negros, de eso nada, "tol dinero", para publicidad a la mayor gloria de..
ResponderEliminarLas ganas de vivir, le hizo quedarse.
ResponderEliminar¡Me ha encantado!
Miguel
Didac, se arrepintió en el último momento.
ResponderEliminarTemujin para ellos hay cosas más importantes que las que propones. El problema es que nosotros no sabemos cuáles son pero seguor que sus bolsillos sí.
Anapedraza al final eso pudo más.
Saludos para todos. Feliz 2011
La vida... es lo que tiene!
ResponderEliminarUn abrazo Miguel