Hastiados de los frutos podridos que siempre recibían, y seguros de que la cosecha no mejoraría, despertaron de su letargo y decidieron que ellos mismos deberían sembrar si querían recoger. El terreno elegido era conocido como "Sol": con ese nombre no podían fallar. Allí plantaron la semilla de los sueños, abonada por la ilusión de unos pocos. Según pasan los días van consiguiendo que comience a brotar. Así pronto podrán cosechar un poco de esperanza y solidaridad. Incluso una pizca de esa rareza llamada utopía, que contra todo pronóstico, continúa absorbiendo nutrientes en su afán de convertirse en realidad.
P.D. Esta es mi modesta contribución a la propuesta de Lola Sanabria.
Buena contribución Miguel!
ResponderEliminarA ver que pasa por Sol hoy, porque visto lo visto en Barcelona, parece que quieren callar al pueblo a ...tias!
Abrazos!
Todavía es pronto para analizar sesudamente la situación. Cada cual arrima el ascua a su sardina y hay demasiada confusión.
ResponderEliminarSalu2 utópicos.
Sembrando sueños y recogiendo utopías. Me gusta
ResponderEliminarSaludillos jardineros
Puck
Lástima que siempre estén los antagonistas pertrechados de armaduras impenetrables y financiados por el mismo estado de derecho para negar a los insurrectos, irónicamente, su derecho a expresarse.
ResponderEliminarUn saludo.
Ojala de sus frutos...
ResponderEliminarSucede parece que aquí la cosa ha estado más tranquilo. A ver qué deciden hoy porque he estado el fin de semana desenchufado.
ResponderEliminarDyhego habrá que esperar a ver qué sale realmente de todo esto. Ojalá haya servido para algo.
Puck tú sí sabes de esto.
Javier Domingo espero que la cosa no vaya a mayores porque hasta ahora, por lo menos la convivencia aquí en Madrid ha sido buena.
Temujin ojalá.
Saludos para todos y gracias por vuestros comentarios.
Me encanta tu propuesta, hay que seguir plantando sueños y utopías para siempre, como dice Galeano, la utopía sirve para caminar.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Anita Dinamita de utopías también se vive.
ResponderEliminarAbrazos