La chica morena, de pie junto a La Mallorquina, observa en silencio al mendigo sin brazos, agitando con la boca el vaso con las monedas recolectadas, y al yonqui que, de rodillas, implora algo para comer.
Al verles comprende que sus caras de angustia y necesidad hoy se diferencian muy poco de la suya. Mientras ellos piden ayuda a gritos, ella continúa suplicando, en voz baja, y mirando compulsivamente su reloj.
Horas después, al caer la noche, el manco y el yonqui deciden marcharse. Es entonces cuando ella, con lágrimas en los ojos, comprende que él también se fue.
Al verles comprende que sus caras de angustia y necesidad hoy se diferencian muy poco de la suya. Mientras ellos piden ayuda a gritos, ella continúa suplicando, en voz baja, y mirando compulsivamente su reloj.
Horas después, al caer la noche, el manco y el yonqui deciden marcharse. Es entonces cuando ella, con lágrimas en los ojos, comprende que él también se fue.
Retratas como nadie esas imágenes trístemente habituales de muchas ciudades
ResponderEliminarSaludillos
Tus microrrelatos son auténticos reportajes de la calle. Todo un retratista social. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Puck mira que yo no soy así, pero vas a conseguir sonrojarme.
ResponderEliminarMaite veo que hoy va la cosa de piropos. Se agradecen tus palabras no lo voy a negar.
Trabajo en el centro de Madrid y caminando por sus calles te encuentras un montón de historias que están ahí esperando que alguien las cuente. Yo lo hago lo mejor que puedo.
Gracias a las dos.
Saludos
Traes melancolia...y vidas perdidas... algunos vuelven a encontrarlas... hay que tener esperanza
ResponderEliminarMuy bueno Miguel. Hay muchas clases de mendigos, como tú bien lo retratas. Los hay que piden monedas, los hay que piden amor... Y tanto lo uno como lo otro es tan difícil de conseguir...
ResponderEliminarBesitos fuertes
Temujin siempre hay que tener la esperanza presente. Si renunciamos también a ella no hay nada que hacer. Un abrazo.
ResponderEliminarSara NY es más difícil de lo que nos pensamos. Por eso aquel que lo consigue, en este caso me refiero al amor, es un ser inmensamente afrotunado. Besos.
Cada uno con sus problemas.
ResponderEliminarBuen micro de mendicidades humanas.
Un abrazo.
Me ha encantado.
ResponderEliminarReflejas muy bien que todos podemos ser mendigos, y en contraposición, también podemos ser muy ricos.
Besos
Es difícil decir tanto en tan pocas palabras.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Torcuato cada uno tiene lo suyo, es lo que hay. Un abrazo.
ResponderEliminarSu, mendigos en unas cosas pero rico en otras. NO todo puede ser perfecto, por desgracia. Besos.
Gracias Miguel Angel. Un abrazo.
Cada quien mendiga lo suyo y a su modo. Buen remate.
ResponderEliminarAbrazos
MIGUEL:
ResponderEliminarVeo tu foto, leo tu relato, hace poco me mandaron un youtube de una actuación de unos bailares mancos y cojos...
Y toda mis convicciones se tambalean. Supongo que cada cual utiliza su físico como mejor puede o sabe.
Salu2
Baizábal en eso al menos somos libres de hacerlos. Eso sí es triste tener que llegar a ello, independientemente del tipo de mendicidad que sea.
ResponderEliminarDyehgo ¿por qué dices que tus convicciones se tambalean? En cuanto a lo de utilizar su físico yo no me meto con eso, vuelvoo a decir que cada uno es libre de hacer lo que quiera siempre que no perjudique a los demás.
Saludos
MIGUEL:
ResponderEliminarMe refiero a que personas con ese tipo de amputaciones (atletas, bailarines, etc)se esfuerzan en lo que saben hacer. Y otros se dedican a exhibir sus problemas para pedir mendicidad.
Se tambalean mis ideas porque no sé si está bien esto último. No sé si tendrán ayudas estatales, si habrá asociaciones. No lo sé. Pero ir por la calle y que te salga al paso ese señor lisiado enseñándote sus muñones para que le des una ayuda, no me parece adecuado. Pero claro, si yo me viese en esa situación, lo mismo me vería abocado a hacerlo. No sé.
Quizás no tendría que haber dejado ningún comentario.
Espero no ser malinterpretado.
Salu2.
No Dyhego, no hay ningún problema, al menos por mi parte, en tu comentario.
ResponderEliminarEs más el tipo de la foto es posible que lo haga por necesidad, pero te aseguro que cuando tiene el vaso con suficientes monedas van unos cuantos chavales a recogérselo, y a él y a esos chavales les he visto luego jugándose ese dinero en las tragaperras, así que hay gente para todo.
Gracias por comentar.
Un abrazo