Cada vez que llegaba la hora acostarse comenzaba su tortura. Mientras que Carlos se dormía casi al instante Isabel era incapaz de pegar ojo con aquel repetitivo ruido martilleándole el cerebro. Tras varios meses intentando obviar el tema, Isabel decidió que todo tenía un límite. Hasta ahora había preferido callar porque no quería que él se ofendiera pero de hoy no pasaba, debía saber el calvario que estaba viviendo. Aquella noche antes de que comenzara con sus ronquidos Isabel le dijo a Carlos: “Cariño estoy harta, o compras esas dichosas pastillas azules o le compras ¨3en1¨a los vecinos”.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
lunes, 14 de junio de 2010
Ruidos
Cada vez que llegaba la hora acostarse comenzaba su tortura. Mientras que Carlos se dormía casi al instante Isabel era incapaz de pegar ojo con aquel repetitivo ruido martilleándole el cerebro. Tras varios meses intentando obviar el tema, Isabel decidió que todo tenía un límite. Hasta ahora había preferido callar porque no quería que él se ofendiera pero de hoy no pasaba, debía saber el calvario que estaba viviendo. Aquella noche antes de que comenzara con sus ronquidos Isabel le dijo a Carlos: “Cariño estoy harta, o compras esas dichosas pastillas azules o le compras ¨3en1¨a los vecinos”.
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Pobre Carlos¡¡¡ Cualquiera de las soluciones pasa por él.... ¿Y por qué no unos tapones de silicona para los oídos de Isabel??
ResponderEliminarQue tegnas un buen lunes, Miguel
Me parece buenísimo. Ella, para poder dormir necesitaba que la cama chirriara y el marido sin sus Pfizer no funcionaba.
ResponderEliminarEs triste pero...
Un abrazo Miguel.
Soluciones hay para todo, sí señor
ResponderEliminarSaludos
Jejejejjejee , y qué hizo Carlos???
ResponderEliminarSaludos
Novicia Dalila me parece que la opción que propones no es la que más le convence a Isabel. Feliz lunes para ti también.
ResponderEliminarTorcuato me parece que no iban completamente por ahí los tiros, aunque quizás pudiera cuadrarles así. Un abrazo.
Su por remdios que no quede, y más en temas de estos. Saludos.
Eloise Kelly eso queda para una segunda parte. ¿Tú que crees que habrá hecho? Saludos
¡Jajajajajajajaja!
ResponderEliminarEl tresenuno es más barato...
ResponderEliminarSalu2 (5 palabras)
no está mal, estos debieron visitar el boston medical group
ResponderEliminarAnda, Miguel, cómo te pasas. Te contaría una anécdota, pero prefiero guardar silencio... Me llevaste engañado mucho rato.
ResponderEliminarSaludos.
Lo que yo piense no importa , siempre espero lo mejor y siempre me decepcionan (será ,que espero demasiado ??) ...
ResponderEliminarSaludos
Bolboreta me alegra haberte sacado esa carcajada.
ResponderEliminarDyhego en eso no hay duda. ¿Al final Carlos tirará por el dinero o por el placer? Salu2
Didac Valmon no sé si les hará falta o no esa visita pero desde luego lo suyo tienen que hacérselo mirar. Llevan mal camino. Saludos
Víctor cuenta, cuenta. Somos todo oídos. Saludos
Eloise Kelly es posible, Cuanto más esperas más grande es la decepcin. Ojalá la tendencia se revierta. Saludos.
Muy bien MIguel, igual que Víctor, me llevaste engañado hasta lo del 3 en 1. Lo sacaste de lo trillado de maravilla.
ResponderEliminarMuy muy bueno, un abrazo.
:-) Por cierto, me encanta el graffiti y me gustaría saber de dónde lo has sacado.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Baizábal algunas veces se consigue lo que se busca.
ResponderEliminarBolboreta el graffiti estaba en una pared del Mercado de la Cebada (Madrid) pero ya ha desaparecido de allí. La foto la tomé hace unos meses.
Por cierto Torcauto entendí mal tu comentario. REalmente estabas en lo cierto, debía estar un poco espeso cuando lo leí la primera vez.
Saludos
Jajajajajjajaja!!! Buenísimo!! Pobre Isabel!! Espero que comprara las pastillas azules y que les hicieran la competencia a los vecinos! ;)
ResponderEliminarVirginia al final, entre todos, me váis a hacer escribir la continuación de la historia de Isabel y Carlos.
ResponderEliminarSaludos