lunes, 6 de febrero de 2012

La cuesta



Las dos hipotecas, la letra del coche, el teléfono fijo, el móvil, el colegio de Saúl, la luz, el gas, el agua, la cola del paro... Todo esto dejó de importarle cuando los niños de San Ildefonso sacaron las bolas del sorteo del Niño. Comparó los cinco números con los de su décimo y supo que era el momento tantas veces soñado. La cuesta de enero, por primera vez en mucho tiempo, dejó de tener importancia para él. Decidió que esta vez la tomaría hacia abajo, eligió la pendiente más empinada que encontró y se lanzó. Ayer le enterramos.

10 comentarios:

  1. Terrible, buf, espero que los que vienen detrás puedan remontar, ir hacia arriba, y no echarse pendiente abajo. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maite cada uno tendremos que poner de nuestra parte, aunque se están poniendo las cosas difíciles. Abrazos.

      Eliminar
  2. Habida cuenta que todas las decisiones en su vida habían sido equivocadas, esta última no iba a ser diferente. Vivir por encima de sus posibilidades, pensar que la lotería le solucionaría tanto error cometido... tenía que terminar así. Un beso dentro de mis posibilidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debe ser eso de quien mucho abarca...
      Recibido el beso dentro de las posibilidades que da la red.

      Eliminar
  3. ¡Jo! vaya giro, consigues sorprenderme.

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este caso se trataba de eso, así que misión cumplida.

      Eliminar
  4. Ya sé lo de las 99 palabras, pero si lo terminas en los puntos suspensivos tienes otro micro ¡ y sin verbos.!

    ResponderEliminar

Los otros caminos

Esta es mi segunda propuesta para el concurso de Zenda  #HistoriasdelCamino Los otros caminos Cuando reservé el autobús para ir hasta Vilalb...