Conchi y Javier eran envidiados por todos. Llevaban cinco años casados, se querían, vivían en una zona lujosa, tenían trabajos inmejorables y amigos de los de verdad. Sin embargo nadie conocía su secreto: buscaban como obsesos una raya para poder ser plenamente felices. Desde hacía tiempo, la necesidad de encontrarla dificultaba sus relaciones y les creaba un vacío que les iba separando. Mes tras mes esperaban el ansiado día en el que repetían el ritual: Conchi, recién levantada, entraba al baño y Javier esperaba nervioso. La expectación acababa cuando ella salía desencajada y sin haber visto la segunda raya.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Reconozco haber pasado por ese momento (no tras 5 años) y es jodida la espera. Cuánto de nuestras expectativas de vida nos hace no disfrutar del día a día.
ResponderEliminarUn beso
Solo el que lo ha pasado sabe bien lo duro que es.
EliminarBesos
Miguel, he tenido que leerlo dos veces para al final buscar otro sentido del que me quedó con la primera lectura. Eso me ha gustado mucho, pues creo que has conseguido crear una duda razonable. Los dos sentidos me parecen muy buenos.
ResponderEliminarEs un buen micro.
Un saludo.
Me alegra que te haya gustado Nicolás. De los dos sentidos que dejas caer mi intención es finalmente llevar a dónde dice Ana en el comentario anterior. Saludos.
EliminarMuy bacano este micro ¡Felicidades!
ResponderEliminarbacano, na.
1. adj. Col. bacán (‖ estupendo).
Juan nunca había oído esa expresión. En este caso me encanta haberla aprendido.
EliminarSaludos
Felicidades por este micro que también me deja pensando en el doblete que creas. La raya para ser feliz....y después la segunda....
ResponderEliminarUn abrazo des demispalabras.
La segunda es la que tiene que aparecer al lado de la primera si deseas conseguir otro tipo de felicidad.
EliminarOtro abrazo para ti.
Gran micro que me obligó a dos relecturas para darme cuenta de que tipo de rayas hablábamos.
ResponderEliminarBuen trabajo, Miguel.
Un abrazo.
Gracias Pedro. Me alegra que te gustara.
EliminarBuen juego de rayas.
ResponderEliminarCybrghost este juego de rayas lo tenía aparcado en el ordenador desde hacía más de medio año porque no me acababa de llenar. No sé por qué ahora me ha dado por sacarlo, y por suerte a algunos os gustó.
EliminarSaludos
Rayas que luego te "condenan" a prisión preventiva durante toda su infancia...Qué bien se te da jugar con las palabras.
ResponderEliminarAhora que te pongo cara, mucho mejor.
Un abrazo
Paloma de eso, por suerte, sé ahora un poco, y algo de prisión sí que tienen. En mi caso con dos carceleras.
EliminarEstoy contigo, con cara mucho mejor. Abrazos.