Cuando vi a Martina por primera vez supe que era la mujer con la que quería pasar el resto de mis días. Según fui conociéndola todos mis pensamientos se confirmaron, era ella. Cuando decidí pasar de amigo a algo más me dejó bien claro lo que buscaba, y me aseguró que no pararía hasta encontrarlo: “busco un hombre ingenioso, que no se ande por las ramas, capaz de simplificar cualquier complejidad, que me ofrezca una relación intensa y me sorprenda en cada momento” Tras oír todos los requisitos tuve claro el camino a seguir y empecé por hacerme microrrelatista.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Genial, Miguel! pensé que iba a pasar de ella... yo creo que la vocación estaba, ella solo la llamó.
ResponderEliminarUn beso
Hay vocaciones, tan internas, que sólo pueden ser descubiertas cuando algo muy íntimo las remueve, como la vocación de escritor.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿eres correspondido?...
ResponderEliminarUno nunca sabe quién o qué nos llevará a nuestra cita con el destino...
ResponderEliminarFelicidades y saludos.
Me ha encantado. Yo también pensé que salía huyendo. Y resultó?
ResponderEliminarSaludillos
Anita Dinamita no sé cómo acabarán pero al menos, para empezar, él lo va a intentar.
ResponderEliminarMaite la mía era demasiado interna, y me han costado muuuuuchos años para encontrar parte de ella.
Temujin estamos en ello.
3ENRIQ3 pues tienes razón, nadie sabe por dónde seguirán nuestros pasos. Es lo bueno, o lo malo, según para quién, que tiene todo esto.
Puck habrá que esperar a la segunda parte.
Saludos
¿Que decir Miguel?
ResponderEliminarMiguel
Que tierno. Una vocación llamada por el amor...
ResponderEliminarBesos brujos
anapedraza (Miguel) algunas veces es mejor no decir nada.
ResponderEliminarAnnie me ha quedado tierno como tú dices. De vez en cuando hay que cambiar el registro, tampoco es cuestión de encasillarse en los temas a tratar.
Saludos
El destino es el destino, ella buscaba lo que él tenía, fuese lo que fuese. Muy bonito.
ResponderEliminar¡Enhorabuena Miguel!
Un beso.