Violeta solo tenía veinticinco años y ya estaba harta de los continuos desengaños, que habían conseguido que viviera en un sinfín de días grises. Cuando conoció a Bruno supo que él le pondría color a su vida. Enseguida pasó del verde de la ilusión al rojo de la pasión, para acabar en el blanco de su traje de boda. Pero bastaron unos meses juntos para ver su felicidad difuminada en un triste marrón oscuro. Ayer la encontraron tirada en el baño rodeada de pastillas amarillas y azules. Hoy son el negro, los rezos y llantos los que la acompañan.
P.D. Si te gustan los microrrelatos eróticos, no te pierdas la última entrada de mi otro blog: "Deseos a punto de explotar"
Una paleta vital con la que muchas mujeres pintan su vida.
ResponderEliminarDerroche de color creativo en esta entrada aunque finalice con oscuro.
Besos coloridos.
Y yo que venía buscando un relato lleno de colores... pues lo encontré. Es muy bueno pero me he quedado a rayas...
ResponderEliminarEsto sí que es una vida en cuatro pinceladas.
ResponderEliminarMuy buen micro, Miguel, enhebrado de colores que genera la atmósfera precisa para su desarrollo.
ResponderEliminarUn abrazo,
Una vida en colores, sí señor!
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
bueno y corto, y me gusta la foto.
ResponderEliminarUn micro original, felicidades.
ResponderEliminarSaludos desde mi azul mar :)