Con este micro participo en la Primavera de Microrrelatos Indignados |
VÍNCULOS
Primero se encadenó a las puertas del banco que le estaba amargando su existencia, y al día siguiente junto al Ministerio de Justicia, pero sólo consiguió un cuerpo lleno de moratones. Ahí fue cuando comprendió que las cadenas no eran suficientes, y buscó otra forma para lograr que nadie rompiera los lazos que le unían con la casa que le vio nacer.
Esta mañana la comisión judicial, acompañada de un furgón policial, ha ido a su casa para consumar el desahucio pero nadie les ha abierto. Una soga le ha bastado para quedar atado para siempre a su hogar.
P.D. Aprovecho esta entrada para deciros que hoy pongo en marcha un nuevo blog de microrrelatos. Se llama "Entre vueltas de tuerca" y en él colgaré todas aquellas historias que por su extensión no tienen cabida aquí. Os invito a que deis una vuelta. Seréis bienvenidos.
Entre vueltas de tuerca.- http://entrevueltasdetuerca.wordpress.com/
P.D. Aprovecho esta entrada para deciros que hoy pongo en marcha un nuevo blog de microrrelatos. Se llama "Entre vueltas de tuerca" y en él colgaré todas aquellas historias que por su extensión no tienen cabida aquí. Os invito a que deis una vuelta. Seréis bienvenidos.
Entre vueltas de tuerca.- http://entrevueltasdetuerca.wordpress.com/
Buenos días,
ResponderEliminarel tema del desahucio creo que hoy, va a ser protagonista indiscutible de muchos de los micros. Ese final con soga incluída me ha dejado fría, igual que cuando lo leo en el periódico, helada, congelada.
Visitaré tu nuevo blog en cuanto pueda.
Un beso desde mi alambrada.
Laura es que es la desgracia más evidente que nos muestran todos los días en las noticias.
EliminarTe espero en el otro blog cuando desees.
Saludos.
Buenísimo. Por desgracia, no es ficción: Lo terrible es que cambiando el escenario, ya hay quien llegó a esa desesperación.
ResponderEliminarMil gracias por tu aportación, te leo en la alambrada.
Carmen lo peor del micro es eso, que todos sabemos que es posible.
EliminarNos vemos en la alambrada. Saludos.
Contundente.
ResponderEliminarSi se me permite, me ha chirriado la rima entre "judicial" y "policial".
Inés sabes que se te permite ;) Tienes razón están demasiado juntos esos dos términos en el texto. Lo dejo pendiente de arreglar, hasta que pase el tirón, ya que en el blog de "La colina naranja" también sale así.
EliminarSaludos
Miguel, bastante duro este microrrelato que muestra esa realidad que está ocurriendo, algunos no aguantan más la presión y el pavor a encontrarse sin techo, que acaban así sus días.
ResponderEliminarUn poco de corazón, es lo que deberían tener los bancos y la Administración en muchos casos.
Abrazos.
PD: Suerte y a disfrutar en este nuevo proyecto en que te embarcas. Habrá que verlo.
Nicolás hay que estar muy desesperado para acabar así, pero hay gente que llega a ese punto. Lo del corazón me temo que va a estar complicado.
EliminarTe agradezco tus palabras para el nuevo proyecto. Te invito a pasar cuando quieras.
Abrazos.
Cruel este vinculo,pero más cruel que sea una realidad. ¡M....de país!
ResponderEliminarBesicos desde mi alambrada.
¡M....de país!, ¡M....de políticos!, ¡M....de bancos!, y así todas las ¡M...! que quieras.
EliminarBesos para ti.
Un retrato de una realidad diaria, algo que no debería suceder, que no debemos permitir más.
ResponderEliminarBesitos
Parece que no tiene visos de cambiar porque todo está demasiado parado.
EliminarBesitos para ti.
Demasiado está sucediendo lo que has contado. Espero, por el bien de todos, que vaya parando. No queremos más sogas.
ResponderEliminarMuchos besos
Al menos que las sogas no vayan siendo a los mismos cuellos.
EliminarBesos de vuelta.
Estoy saltando de un rincón a otro de la iniciativa; Miguel y doliéndome con cada lectura. ¡Excelente micro, sin duda! Aciertas plenamente en el tono -ajustado a la sensibilidad de la historia- sin caer en el tropiezo fácil del sentimentalismo; sino al contrario, abriendo el melón con dosis medidas de ironía crítica.
ResponderEliminarMe voy ahora mismo a conocer tu nueva morada.
Un abrazo,
Yo no tengo tiempo de ver qué se cuece, pero supongo que por desgracia la tónica general será parecida a la de este micro.
EliminarPedro te espero en mi otro blog. A ver qué te parece.
Triste realidad. Impacta ese aspecto que no es tratado en ese asunto, el del seno materno, es que te quitan los recuerdos. Uff.
ResponderEliminarEs que en muchos casos cuando te echan no solo pierdes una casa, sino que pierdes una vida entera.
EliminarSaludos.
Elegir nuestras ataduras como última oportunidad. Miguel, es muy duro... por lo real, sobre todo. Ponerte en su piel es mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta primavera de relatos indignados está dando muy buenos frutos, estoy disfrutando mucho con las lecturas.
ResponderEliminarPasaremos también por el otro blog. Seguro que contiene auténticos tesoros.
Besos
Duro relato y muy real por desgracia.
ResponderEliminarBesos indignados desde el aire
Trágico final. Posible, real, pero trágico.
ResponderEliminarsaludillos todavía impresionados por el relato.