lunes, 9 de agosto de 2010

Cuando la pobreza peina canas

Ya peina canas, y aunque la calle desgasta, supera los sesenta. Acompañada de sus propiedades, tan parcas que caben en dos bolsas de plástico, malvive en un soportal de la C/Tetuán, donde come, duerme y deja pasar su vida. Situado junto a la casa del Ratoncito Pérez y el Corte Inglés, allí conviven la ilusión y los sueños infantiles con la opulencia y el derroche consumista; la derrota y la decepción del soportal. Ironías de la vida. Besos y abrazos familiares que nunca tuvo, hoy los sustituye por el calor de esos cartones que día y noche la rodean.

7 comentarios:

  1. Como decía "El último de la fila": cuando la pobreza entra por la puerta el amor sale por la ventana... Mirando la foto pienso ¿cuál/es habrá/n sido su/s historia/s para hasta este momento?.

    Un beso que regala amor

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  2. Pienso igual que tú, Odile, ¿cuál habrá sido la vida de esta mujer?¿qué pasará por su cabeza en el presente?
    Muy bueno, Miguel.
    Saludos

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  3. Imagino que tendrá tantas cosas que contar...triste realidad...
    Saludos!

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  4. Seguro que tiene historias para rellenar cientos de libros. El problema es que no nos paramos a escucharles.

    Saludos a todos y gracias por vuestros comentarios.

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  5. No lo puedo remediar, siempre que veo personas mayores mendigando pienso en cuando eran niños, y los imagino felices con sus padres, hermanos, familia...
    Y después pienso, ojalá mi hijo nunca se vea así.
    Un beso, Miguel.

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  6. Irene habrá que pensar que al menos en su infancia fue feliz y al menos sintió el cariño de los suyos. Desde luego la realidad actual es bien distinta.

    Saludos

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  7. Si ya me apena ver gente pidiendo para subsistir (o al menos eso quiero pensar) aun me apena mas que estas personas sean personas mayores las que pasan penurias en la calle.

    Besos.
    Mar

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