miércoles, 11 de abril de 2018

Al vuelo


A ella le gustaba sentirse única e imaginar que volaba por medio mundo, pero el desprecio hacia su marido superaba ese deseo. Él soñaba que, gracias a su voz prodigiosa, recorría continentes dando conciertos pero prefería ningunear a su mujer. Y aunque vivían juntos y amargados, sacrificando anhelos por fastidiar al otro, al acostarse rezaban en silencio. Hasta que aquella mañana él despertó cantando y ella pudo volar. Como contrapartida al milagro sus cuerpos sufrieron una inexplicable transformación y sus viajes idílicos quedaron condenados a la exigua distancia existente entre los dos palos de una pajarera fabricada en Australia.

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