Después de un mes retirado de la circulación por distintas causas, vuelvo con este microrrelato. A ver qué os parece.
GAJES DEL OFICIO
Se arranca como puede la capa y luego se despoja con torpeza de botas, cinturón, malla, escudo y calzones. Ya desnudo se tumba en la cama y deja que Lois le cure primero las heridas de la última caída, y después le arregle las planchas enormes de acero, ocultas bajo el traje, que recubren su cuerpo. Mientras la ve reparar los abollones reprime aullidos de dolor, y maldice a todos los pirados que prueban a tirarse desde un trigésimonoveno solo para comprobar que él acude presto a recogerlos; y a esos arquitectos que cada vez construyen edificios más altos.
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Se arranca como puede la capa y luego se despoja con torpeza de botas, cinturón, malla, escudo y calzones. Ya desnudo se tumba en la cama y deja que Lois le cure primero las heridas de la última caída, y después le arregle las planchas enormes de acero, ocultas bajo el traje, que recubren su cuerpo. Mientras la ve reparar los abollones reprime aullidos de dolor, y maldice a todos los pirados que prueban a tirarse desde un trigésimonoveno solo para comprobar que él acude presto a recogerlos; y a esos arquitectos que cada vez construyen edificios más altos.
Me has hecho sonreír. Gracias.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Pues entonces, prueba conseguida.
EliminarBesos
Muy bueno!! Original y ameno. un placer visitar tu espacio y leerte. Pronto regreso!
ResponderEliminarsaludos
http://cuentosdensueno.blogspot.com
Serás bienvenida siempre que vuelvas.
EliminarSaludos
jajajaja, simpático y resignado tu supermen.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Cosas de internet que he caído por aquí. y me quedo.
Invitado quedas al mío y quédate si algo te gusta.
Abrazos y suerte.
http://montesinadas.blogspot.com.es/