Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto que solo yo puedo escuchar. Sus ojos me traspasan suplicándome que sea yo el que vaya hacia ella. El cabello rubio y rizado se desparrama a lo largo del cuerpo semidesnudo esperando ser acariciado por fin. Las manos…, esas manos que me invitan a que me entregue a ella…
¡Piiiiiiiip! La complicidad que una noche más se ha establecido entre nosotros se rompe cuando, tras el pitido, la luz se apaga. Decido acabar lo que ya he empezado mientras busco a oscuras, su cuerpo clavado en la pared.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
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Me gusta la tensión que mantiene todo el relato. Eso sí, no lo acabo de ver zanjado, pero será cosa mía.
ResponderEliminarA mí me pasa como a Cybrghost, Miguel. Disfruto del tránsito por el relato y mi imaginación se va hacia un peep show. Ahora me quedo preguntándome si hablamos de una muerte o un calendario.
ResponderEliminarVolveré a averiguar dónde me he perdido.
Un abrazo,
Cybrghost, Pedro, si ya sois dos, los dos los que estáis perdidos al leer el microrrelato será por algo. Hay veces que uno, cuando lo escribe, lo ve bastante claro pero aquí es donde se ve la realidad. A ver si alguien capta el sentido de la historia.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestro sincero punto de vista. Así da gusto.
Un abrazo para los dos.
Comparto la opinión de Pedro, el cuerpo clavado me ha dejado clavada... ¡despéganos de la incertidumbre Miguel!
ResponderEliminarPues mira que lo siento, pero tampoco puedo ayudarte... Me pierdo en el piii, no sé qué pensar, si en un ordenador, en una película. Lo siento.
ResponderEliminarSaludotes.
Quizá soñabas con la foto de una mujer en un póster de la habitación y el despertador fue tan y tan inoportuno.
ResponderEliminarLa tensión y el ritmo me ha encantado.
Un saludo.
Albada por ahí iban los tiros. Lo que quería contar era la historia de un preso que se contenta con el póster de una mujer que tiene colgado en su celda. Otra cosa es que lo haya conseguido o no.
ResponderEliminarSaludos para todos. Gracias por pasar.