Alicia nunca ha podido olvidar aquella mañana cuando, tras escuchar casualmente una conversación telefónica de su prometido, decidió que nadie se casaría con ella por pena y rompió con todo. Con el tiempo supo que Julio se casó y tuvo tres hijos, pero ella nunca encontró quien le hiciera reír y llorar sin motivo aparente. Su corazón permaneció seco hasta que la semana pasada el teléfono sonó y Alicia, tras escuchar aquella voz, se estremeció y rompió a llorar. Hoy, de nuevo juntos, saben que si para Gardel veinte años no son nada, para ellos sesenta son una minucia.
Durante los primeros diez años en este blog todas las historias que fui publicando estaban contadas en 99 palabras. Ahora cada una de las historias toma su propia extensión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los otros caminos
Esta es mi segunda propuesta para el concurso de Zenda #HistoriasdelCamino Los otros caminos Cuando reservé el autobús para ir hasta Vilalb...
-
Esta entrada es mi propuesta para el reto de noviembre de Esta noche te cuento . Esta vez se trataba de inventar una palabra y yo he tom...
Narras una historia de amor diferida. Conocí alguna de este tipo pero por otros motivos. Me ha despistado el cambio de nombre Julia (por Alicia, que creo que es la que rompe a llorar). Si por el contrario Julia es Julio, que ha cambiado de sexo, pues también está bien, pues el amor no entiende se sexos.
ResponderEliminarXimens me acabas de hunidr. He leído este micro unas cuantas veces y acabo de darme cuenta de lo de los nombres. Alicia es Julia y no hay cambio de sexos sino cagada mía.
EliminarVoy a cambiarlo. ¡Qué bochorno!
Saludos
No pasa nada, Miguel. Este problema lo hemos sufrido todos. Bochorno sería para mí detectarlo y no decírtelo. Yo aprendo más de "herrores" que me dicen los amigos que de los aplausos estandarizados.
EliminarEl amor no sabe de días, ni de años... Pero, este amor me pareció que un momento se truncó...
ResponderEliminarTus 99 palabras,las he contao, eh...Están bien hiladas conseguido el efecto/afecto.
Besicos
El amor siempre triunfa, al menos eso dicen los expertos.
EliminarBesicos para ti.
Parece que fue ayer, pueden decirse Alicia y Julio. Mucha poesía en este micro.
ResponderEliminar¡Saludos!
Sergio para ellos es como si fuera ayer.
EliminarSaludos.
Se ve que estaban hechos el uno para el otro. Ahora deberán darse prisa si quieren recuperar el tiempo perdido :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
El amor no entiende de años, pero el cuerpo sí, por desgracia. Que se den prisa por si acaso!!
ResponderEliminarUn abrazo
Hay amores eternos. Quiero creer yo. Un abrazo
ResponderEliminarYo también quiero creer que el tiempo no es nada.
ResponderEliminarBesitos
Pues el amor no entenderá de alturas ni de años, pero que el tiempo pasa, y golpea con su segundero es una evidencia contra la que me gustaría encontrar remedio. ¿Me das el teléfono de Alicia? ¿desearía preguntarle un par de cositas?.
ResponderEliminarGracias por este micro tan bonito.
Laura.
Es que para amar nunca es tarde. Pero por lo que entiendo el amor eterno e incondicional es el de ella, pues él no estaba con ella por amor. Aunque con los años (60 ni más ni menos) se da cuenta de que si lo era. Es así?
ResponderEliminarUn abrazo, tocayo.
PD. Hoy voto sin falta. Estoy con las últimas relecturas
Acabo de descubrir tu blog y tus cuentos me parecen tan frescos como un libro secreto escondido bajo una sábana blanca (osease, me gustaron mucho) he aquí una nueva seguidora.
ResponderEliminarPues vaya jodienda, seguro que malinterpretó la conversación... si es que no se deben escuchar conversaciones ajenas. Me gusta eso de encontrar alguien que te haga reír y llorar sin motivo aparente.
ResponderEliminarAbrazos
Nunca es tarde para enmendar un error.
ResponderEliminar